Cómo llegar a ser deportista de élite
La figura del deportista de élite se va fraguando desde la más tierna infancia. Lo que en un primer momento no es más que un juego, una simple diversión, una forma de socializar y un estímulo para iniciarse en la vida sana, puede convertirse en el futuro en una carrera profesional en el mundo del deporte.
No obstante, para alcanzar esta meta es importante mantener mucha constancia, comprender que este objetivo conlleva muchos sacrificios y acudir a centros y profesionales que vayan modelando la trayectoria de los pequeños deportistas.
Qué es un deportista de élite o de alto nivel
Un apunte interesante con la nomenclatura es distinguir entre deportista de élite, de alto nivel o incluso deportista profesional. A menudo se confunden estos términos, por ello vamos a tratar de poner luz en este asunto.
Un deportista de élite es una persona con resultados y nivel deportivo altísimos, es decir, aquellas que obtienen un rendimiento muy destacable y es campeón de España, de Europa o escenarios similares.
En cambio, un deportista de alto rendimiento es aquel que optimiza sus capacidades al máximo. Puedes tener un nivel altísimo en una disciplina concreta, pero no competir en ninguna modalidad.
Por otra parte, están los deportistas profesionales, que son aquellos que reciben una remuneración económica por practicar deporte. En este caso, pueden dedicarse únicamente a esta actividad o bien compaginarla con otros tipos de trabajo. Si su deporte es minoritario, y no tiene mucho éxito mediático, posiblemente no pueda mantenerse únicamente con esta actividad.
Cómo conseguir ser un deportista de alto nivel o de élite
Todo deportista de élite debe cumplir unos requisitos mínimos que pasan por entrenar muchas horas a la semana, seguir una buena preparación psicológica, hacer sacrificios en forma de renuncias, comprender que hay mucha gente que se queda en el camino y acceder a un entorno proclive que permita el desarrollo de buenos resultados.
A continuación te explicamos más en profundidad cómo ser deportista de alto nivel o de élite incidiendo en todas estas cuestiones.
Entrenamiento meticuloso desde unas fases muy iniciales
Los deportistas de alto nivel o de élite suelen iniciarse en la práctica de actividad física desde muy jóvenes. La mayoría de atletas o jugadores que llegan a profesionales han dedicado toda su vida al deporte y ya desde los 5 o los 6 años asistían a clases.
No obstante, hay ejemplos extraordinarios, ya sea por su capacidad física o por su talento, que comienzan más tarde, en la adolescencia. Sea como fuere, tomar contacto con el tenis, el fútbol, el baloncesto, la natación, el golf, el ciclismo, el atletismo o cualquier otra disciplina desde una edad muy temprana permite ganar experiencia y encontrar su estilo propio.
Por supuesto, en esas edades más jóvenes, hay que dejar que los niños se diviertan y no exigirles un esfuerzo demasiado exigente, ya que el proceso puede resultar contraproducente y que acabe abandonando la práctica deportiva.
Atención psicológica
Una vez el deportista va consiguiendo resultados destacables, entra en una fase más exigente, con concentraciones con combinados territoriales, el apoyo de la federación o de centros privados que les permiten avanzar en su carrera.
En SLAM contamos con plazas dedicadas a alumnos de excelencia deportiva. Estos programas están pensados para jóvenes que quieran seguir avanzando en el mundo del deporte hasta llegar al profesionalismo, pero sin abandonar la parcela formativa.
En esta selección de perfiles deportivos de alto nivel, no hay que dejar de lado la atención psicológica. La competición es un universo muy ligado al control de las emociones. Los deportistas tienen que aprender a manejar sus emociones, mantener la concentración y encauzar la frustración, el enfado y el odio hacia la mejora de los resultados.
Sacrificios y renuncias
No todos los jóvenes que aspiran a ser deportistas profesionales lo consiguen. La psicología deportiva ayuda a hacer frente a esas situaciones de decepción, pero, incluso estos perfiles que se quedan a un paso, han dedicado buena parte de su vida al entrenamiento.
Las horas de entrenamiento van de la mano de una estricta alimentación, unos horarios de descanso muy rígidos y también de sacrificios, ya que este objetivo puede suponer dejar de hacer cosas propias de adolescentes. Sin embargo, todo es posible con un buen apoyo psicológico y un centro con el mejor entorno.
Entorno profesionalizado
Finalmente, todas estas renuncias no serán fructíferas si no van de la mano de acceder a espacios suficientemente adaptados. Las federaciones deportivas y los clubes profesionales cuentan con profesionales que ayudan a sacar el máximo rendimiento a cada deportista.
Los centros de alto rendimiento son un ejemplo, pero hay otros muchos. En nuestro caso, junto a la admisión de alumnos de excelencia deportiva, también contamos con planes de ejercicio para los estudiantes que no destacan tanto en el mundo del deporte.
Además, para los primeros, ofrecemos una metodología innovadora que acompaña al deportista en su día a día con un equipo multidisciplinar que le permite crecer en su día a día y optimizar su rendimiento.
En SLAM, trabajamos duramente para potenciar la figura del deportista de élite y el de alto nivel. Pero, además, queremos construir a los líderes del futuro, y para ello entendemos que el deporte es una disciplina esencial para ganar en competitividad, compañerismo y éxito profesional.